Cuando sufrimos una infección de garganta o de oídos, lo más probable es que el médico nos recete un antibiótico que nos ayudará a luchar [...]
La rehabilitación intestinal: limpieza intestinal para sanar la flora
Nuestro intestino se compone de miles de especies de bacterias. Estas forman el microbioma, es decir, nuestra flora intestinal individual. A veces, sin embargo, es necesaria una rehabilitación intestinal para que la flora pueda recuperar su equilibrio en determinados momentos críticos. Es muy importante conocer los pasos para realizar este proceso correctamente y evitarnos cualquier tipo de riesgo para la salud.
Índice
¿Cuándo deberías limpiar tu flora intestinal?
La salud y el microbioma están intrínsicamente relacionados. Así pues, sin la ayuda de las bacterias intestinales, ni el sistema inmunológico ni el metabolismo pueden funcionar bien. Se puede reconocer una alteración del equilibrio de la flora por síntomas tales como la aparición de problemas digestivos, una mayor susceptibilidad a las enfermedades, problemas de peso o irritaciones de la piel.
En un intestino sano, las bacterias beneficiosas juegan con ventaja. Sin embargo, son varios los factores que pueden poner en peligro una composición saludable de la flora intestinal. El estrés, los viajes, o los malos hábitos alimenticios son algunos ejemplos. No obstante, el impacto en la flora es especialmente importante cuando se dan estos casos:
- después de tomar medicación
- después de sufrir una diarrea infecciosa
- si se sufre de enfermedades como el síndrome del intestino irritable
En estos tres supuestos es recomendable iniciar un proceso de rehabilitación intestinal suave. Se trata de un procedimiento que ha gozado de mucha popularidad en el campo de la medicina alternativa y que, en los últimos tiempos, también está ganando peso en la medicina convencional. Y es que, como ya hemos mencionado, gracias a diversas investigaciones ahora sabemos que el microbioma juega un papel fundamental en el mantenimiento de nuestra salud, tanto física como mental. Por lo tanto, no es de sorprender que cada vez más médicos recomienden limpiar la flora intestinal en determinadas circunstancias.
Los pasos de la rehabilitación intestinal
La rehabilitación intestinal se compone de dos pasos: la limpieza intestinal y el desarrollo de la flora. Especialmente en el caso de la limpieza de colon, hay que ir con especial cuidado, puesto que, dependiendo de cómo se haga, puede entrañar ciertos riesgos para la salud. A continuación te lo explicamos.
La limpieza intestinal
La limpieza intestinal consiste en la eliminación de toxinas y de potenciales patógenos del colon. Existen diversos métodos para hacerlo. Los más conocidos son:
- La utilización de enemas. Se trata de un procedimiento que consiste en la introducción vía anal de una solución que produce una evacuación rápida. Se aplica en el ámbito médico, y, aunque es fácil encontrar información acerca de cómo realizarlo en casa, es peligroso hacerlo sin supervisión médica, puesto que se pueden producir lesiones en el tracto gastrointestinal.
- La toma de laxantes naturales. Sin duda esta limpieza natural de colon es la opción más recomendable para evitar riesgos. La ingesta de semillas de psyllium pueden ser, en este sentido, un buen método de limpieza.
Es muy importante tener en cuenta que es necesario beber tanta agua como nos sea posible durante este proceso para recuperar el líquido perdido.
Desarrollo de la flora
Para proceder con esta limpieza de la flora intestinal, es importante seguir una dieta equilibrada y llena de nutrientes. Productos con un alto contenido de azúcares añadidos, alimentos ultraprocesados o con grandes cantidades de grasas saturadas ponen en peligro el éxito de tu rehabilitación intestinal.
Por otra parte, la toma de probióticos es fundamental. Aquí entra en escena el consumo de alimentos fermentados como el chucrut y el kéfir o de complementos alimenticios probióticos.
Y como no, el ejercicio físico y una vida, en la medida de lo posible, sin estrés, serán dos grandes aliados en la regeneración de la flora.
¿Cómo te puede ayudar BIOMES con la rehabilitación intestinal?
El kit de pruebas INTEST.pro aportará luz en dos aspectos clave:
- Podrás identificar cualquier desequilibrio en tu microbioma y determinar si hay necesidad de una limpieza intestinal. El proceso es muy sencillo: simplemente envía el kit de prueba con una pequeña muestra de heces a nuestro laboratorio. Nuestros científicos analizarán tu flora intestinal utilizando esta muestra y te proporcionarán los resultados a través de un panel de control en línea muy fácil de usar. Estaremos encantados de explicarte cómo se lleva a cabo la reconstrucción de tu microbioma durante la rehabilitación y de darte consejos prácticos.
- Guiamos la reconstrucción de una flora intestinal saludable. Las cepas Bacteroides, Firmicutes, Actino– y Proteobacteria son los que cuentan con mayor presencia entre los aproximadamente 100 billones de bacterias del intestino. Además, los investigadores también consideran hoy en día que el ácido láctico y las bifidobacterias son las especies útiles más importantes. Con toda esta información, te daremos apoyo en tu rehabilitación intestinal a través de estas bacterias.
- Fuentes:
- Esposito C, Roberti A, Turrà F, et al. Frequency of Antibiotic-Associated Diarrhea and Related Complications in Pediatric Patients Who Underwent Hypospadias Repair: a Comparative Study Using Probiotics vs Placebo. Probiotics and Antimicrobial Proteins. 2018:10, 323-328.
- Park MS, Kwon B, Ku S, et al. The Efficacy of Bifidobacterium longum BORI and Lactobacillus acidophilus AD031 Probiotic Treatment in Infants with Rotavirus Infection. Nutrients 2017:9(8), 887. https://www.mdpi.com/2072-6643/9/8/887
- Fan WT, Ding C, Xu NN, et al. Close association between intestinal microbiota and irritable bowel syndrome. European Journal of Clinical Microbiology & Infectious Diseases, 2017:36(12), 2303-2317. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28785822
- Cho I, Blaser M J. The human microbiome: at the interface of health and disease. Nature Reviews Genetics 2012:13, 260-270. https://www.nature.com/articles/nrg3182