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Bacterias de la flora intestinal: ¿qué microbios habitan en nuestros intestinos?
Muchas personas asocian las bacterias con la contaminación y el riesgo de infecciones. Sin embargo, en nuestros intestinos los microbios son definitivamente beneficiosos; varios miles de especies de bacterias presentes en nuestra flora intestinal se encargan de garantizar una digestión eficiente y una barrera intestinal en perfecto estado. Los microbios influyen, incluso, en nuestro sistema inmunológico y posiblemente también en nuestro peso.
El microbioma son todas las bacterias presentes en el intestino
En las investigaciones se suele hablar del microbiama para hacer referencia a las bacterias intestinales y, en los últimos años, los científicos les han prestado especial atención. El microbioma se puede considerar como un ecosistema. En la actualidad, se están examinado, incluso, las conexiones que existen entre las bacterias de la flora intestinal y las enfermedades psicológicas o neurológicas. Los tipos de bacterias que se encuentran en el intestino no parecen diferir de una persona a otra, lo que sí cambia es la cantidad de bacterias de una determinada especie presentes en el microbioma de cada una de ellas.
La predisposición genética, los hábitos alimenticios y la ingesta de medicamentos (especialmente de antibióticos) juegan un papel fundamental en este aspecto. Los investigadores han identificado en la flora intestinal humana cuatro cepas bacterianas principales con sus respectivos subgéneros y especies:
- bacteroides
- firmicutes
- actinobacterias
- proteobacterias
¿Qué bacterias intestinales son buenas y cuáles son malas?
En el intestino humano se han encontrado miles de especies bacterianas y unos 100 billones de bacterias en total. No existe una colonización bacteriana más densa en ninguna otra parte de la tierra. Incluso una flora intestinal sana muestra cultivos de bacterias patógenas, pero esto no es motivo de preocupación. Lo único importante es que las bacterias intestinales beneficiosas se impongan y mantengan a raya a las dañinas.
Bacterias beneficiosas que fortalecen la flora intestinal
Existen innumerables especies bacterianas que tienen una influencia positiva en la salud intestinal. Algunas de las más importantes son:
Las bacterias que producen el yogur y el queso a partir de la leche son abundantes tanto en el intestino humano como en el animal. Son responsables de la producción de ácido láctico y peróxido de hidrógeno. El ambiente que esto crea en el tracto digestivo sirve para combatir las bacterias intestinales que generan enfermedades.
En los bebés que se alimentan de leche materna, casi el 90 por ciento de su flora intestinal está formada por bifidobacterias; también en los adultos se encuentran un gran número de estas. Las Bifidobacterias refuerzan el sistema inmunológico produciendo ácido láctico, así como algunas enzimas y vitaminas esenciales.
Bacterias nocivas presentes en la flora intestinal
Las bacterias intestinales patógenas también forman parte del microbioma, pero si son mayoría, pueden causar inflamación, dolor abdominal y diarrea. Algunas de ellas son:
Pertenecen al género de bacterias Firmicutes, del que también forman parte las bacterias beneficiosas del ácido láctico. A diferencia de los lactobacilos, los estafilococos pueden causar graves daños y, con frecuencia, son la causa de intoxicaciones alimentarias o irritaciones cutáneas, pudiendo provocar, incluso, septicemia.
Esta especie bacteriana patógena pertenece a la cepa Firmicutes y es el típico gérmen presente en los hospitales. Puede causar diarreas graves e inflamación intestinal.
Los tres tipos de intestinos
Las investigaciones sobre las bacterias presentes en la flora intestinal mostraron que existen tres tipos de intestino:
En este tipo de intestino predominan las bacterias bacteroides y en él se encuentra la diversidad bacteriana más baja.
Donde las bacterias prevotella son las más comunes.
Este es el tipo de instestino más común y en él predominan las bacterias Ruminococcus.
El análisis del tipo intestinal no solo proporciona información sobre los respectivos hábitos alimenticios; los consumidores de carne, por ejemplo, a menudo pertenecen al tipo uno, mientras que el tipo dos es más común entre vegetarianos y veganos. También la predisposición a ciertas enfermedades o al sobrepeso parece estar influenciada por la especie bacteriana dominante. Por ejemplo, algunas especies bacterianas son capaces de descomponer los alimentos más minuciosamente que otras y, por lo tanto, obtienen más energía de ellos. Es por esto que, un excedente de ciertas especies de bacterias puede tener un impacto sobre el metabolismo y garantizar que la energía esté disponible con gran rapidez o, en cambio, que los nutrientes de los alimentos sean excretados sin aprovecharse.
Consumir bacterias para la flora intestinal a través de los alimentos
La composición de nuestra flora intestinal no tiene por qué ser un secreto y de ello se encarga, por ejemplo, la prueba intestinal INTEST.pro. Este test se puede realizar cómodamente en casa y ofrece información detallada sobre el estado en el que se encuentra nuestro intestino. De los resultados de la prueba se puede deducir si el intestino necesita un refuerzo, por ejemplo, con alimentos prebióticos o complementos probióticos.
Aparte del consumo de alimentos o de complementos alimenticios que contengan bacterias para fortalecer la flora intestinal, se recomienda una dieta rica en fibra. Consumir un mínimo de 30 gramos diarios estimula el desarrollo de bacterias intestinales beneficiosas asegurando, así, un óptimo equilibrio en el tracto digestivo.