Das Immunsystem ist unser Schutzschild gegen Krankheitserreger – eine leistungsstarke Barriere, oder vielmehr ein Wächter, der schädliche Bakterien, Viren, Pilze, [...]
Sistema inmunitario débil: cuáles son los enemigos de tus defensas
Aunque el sistema inmunológico es muy resistente, hay momentos en los que no es capaz de combatir patógenos a los que, en otras ocasiones, se enfrenta sin problemas. La razón de esto suele ser una inmunodeficiencia, lo que supone que el sistema inmunitario de una persona no es capaz de cumplir correctamente con el papel de protección que le corresponde, dejando al organismo vulnerable frente a infecciones y otras enfermedades. Pero ¿cuáles son las causas de un sistema inmune débil y qué síntomas son indicativos de debilidad? Las respuestas a estas cuestiones las encuentras a continuación.
Índice
Sistema inmune débil: tipos de inmunodeficiencia
Incluso las mujeres embarazadas suelen tener un sistema inmunológico débil. Esto se debe a
Las inmunodefiencias que, como ya hemos mencionado, hacen referencia a un estado patológico en el que el organismo es más vulnerable a las infecciones pueden clasificarse en dos tipos:
- Primarias o congénitas: son enfermedades relativamente raras y difíciles de tratar. Pueden estar causadas por la alteración de uno o varios genes o derivar de la interacción de factores hereditarios y ambientales. La mayoría de estas inmunodeficiencias se detectan muy temprano, en la lactancia o durante la infancia al manifestarse en forma de infecciones frecuentes, más duraderas o inusuales.
- Secundarias o adquiridas: son más frecuentes y pueden presentarse, por ejemplo, a raíz de una enfermedad. No obstante, las inmunodeficiencias secundarias más comunes están causadas por el envejecimiento, la desnutrición, la ingesta de ciertos medicamentos y algunas infecciones.
Sistema inmunológico débil: causas
Si nuestro sistema inmunológico funciona correctamente tiene la capacidad de protegernos frente a numerosas enfermedades, pero hay numerosos factores que pueden debilitar nuestras defensas. Al margen de las inmunodefiencias mencionadas anteriormente, lo más frecuente es que un sistema inmunológico débil sea la consecuencia de un estilo de vida poco saludable o de la edad.
- Estilo de vida poco saludable: las personas que sufren estrés, duermen poco y carecen de determinados nutrientes llevan a su sistema inmunitario al límite. Existen estudios que demuestran, por ejemplo, que la acumulación de toxinas derivadas del consumo de tabaco o la ingesta de alcohol nos hace más propensos a sufrir infecciones.
- Edad: otra razón puede ser la edad. Los bebés y los niños no tienen su sistema inmunológico completamente desarrollado, por lo que tienen un mayor riesgo de contraer enfermedades. Así mismo, las personas mayores suelen tener un sistema inmunológico débil pues con el paso del tiempo el cuerpo de un adulto produce menos anticuerpos y células inmunes. Este es el motivo por lo que la inmunodeficiencia se vuelve más común en la vejez.
- Embarazo: incluso las mujeres embarazadas suelen tener un sistema inmunológico débil. Esto se debe a que, en un corto espacio de tiempo, su cuerpo tiene que hacer frente a una gran cantidad de cambios hormonales y físicos, además de necesitar energía adicional para el desarrollo del embrión. Este estado plantea, sin duda, un gran desafío para el sistema inmunológico.
En definitiva, los grupos de personas mencionados anteriormente deberían fortalecer su sistema inmunológico y contribuir al desarrollo de sus defensas con una dieta sana y equilibrada, tratando de reducir el estrés y practicando suficiente ejercicio físico.
Sistema inmunológico débil: síntomas
Los síntomas de un sistema inmunológico débil pueden ser tan diversos como sus causas. Debido a la reducida capacidad de defensa, el cuerpo es incapaz de combatir adecuadamente patógenos como las bacterias, virus, hongos y parásitos. Como resultado, estos pueden infiltrarse más fácilmente en el organismo y causar enfermedades infecciosas.
Los signos más típicos de un sistema inmunitario débil incluyen cansancio o agotamiento constantes y propensión a las infecciones.
¿Existen otros síntomas que también podrían estar indicando que tu sistema inmunitario no tiene la misma capacidad de respuesta? Sí, a continuación, te mencionamos otros signos a los que debes prestar especial atención.
- Síntomas clásicos del resfriado: dolor de garganta, rinitis (secreción nasal), fiebre y tos. Es normal que adultos sanos se resfrien un par de veces al año, sobre todo, en los meses más fríos y húmedos, pero si las infecciones son recurrentes podrían ser un signo de inmunodeficiencia.
- Problemas digestivos: muchos científicos consideran que existe una correlación entre la aparición de enfermedades y un mal funcionamiento del aparato digestivo. Estos problemas incluyen diarreas frecuentes, hinchazón o estreñimiento.
- Caída del del cabello o infecciones de la piel: la primera barrera de defensa de nuestro cuerpo es la piel y cuando nuestro sistema inmunitario está débil pueden aparecer erupciones cutáneas, sequedad en la piel, infecciones, etc.
- Gingivitis: es una enfermedad leve consistente en la inflamación de las encías.
- Cicatrización lenta de las heridas: cuando a la piel le cuesta regenerarse y las heridas no se curan con la misma rapidez, podrían ser un signo de la debilidad del sistema inmunitario.
- Problemas de concentración.
Si te sientes mal con frecuencia no dudes en consultar a tu médico. Puedes someterte a un análisis inmunológico para descubrir qué está causando el debilitamiento de tu sistema inmunitario y, de esta forma, atajar el problema de raíz.
La importante alianza entre el sistema inmonológico y los intestinos
La salud intestinal tiene una significativa influencia en el sistema inmunológico. Por este motivo, las personas con un sistema inmunológico débil deben prestar especial atención al equilibrio de su flora intestinal. Por un lado, las células inmunitarias combaten los patógenos y, por otro, las bacterias intestinales se encargan de que las células extrañas que causan enfermedades no puedan desarrollarse tan fácilmente.
¿Sabías que millones de microorganismos (bacterias intestinales) y más de dos tercios de las células inmunitarias de nuestro cuerpo se encuentran en el intestino?
Entre los Entre los millones de bacterias intestinales existen bacterias benignas y otras malignas. Las cepas bacterianas beneficiosas como los lactobacilos y las bifidobacterias juegan un papel fundamental en la digestión y el metabolismo de nutrientes y, además, actúan como barrera natural contra los patógenos. Las bacterias dañinas como, por ejemplo, algunas cepas de E. Coli, constituyen una amenaza para el cuerpo y pueden provocar enfermedades graves si el sistema inmunológico está débil.
Microbiota: fortalecer el sistema inmunológico a través del intestino
Si el equilibrio bacteriano en tu intestino se descompensa, puede aparecer una deficiencia inmunológica y los patógenos lo tendrán muy fácil. Como resultado, sufrirás más a menudo resfriados, infecciones similares a la gripe o incluso cistitis y gingivitis. Si se presentaran algunos signos de un sistema inmunológico débil, es aconsejable que examines la microbiota de tu flora intestinal.
- Fuentes:
- Mayo Foundation for Medical Education and Research (MFMER). Inmunodeficiencia primaria