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¿Qué son los ruidos intestinales?
Los ruidos intestinales, borborigmos o ruidos hidroaéreos son sonidos huecos que se emiten, normalmente, durante la digestión. Se producen en el interior de los intestinos y suelen ser un simple indicativo de que tanto estos como el estómago están en funcionamiento. Aunque son normales, los ruidos intestinales nos permitirán sacar conclusiones sobre la salud de nuestro tracto digestivo. Presta atención a si son excesivos o a si desaparecen por completo, ya que esto puede estar señalando la existencia de un problema.
Así pues, ten en cuenta que:
- Los intestinos sanos también hacen ruido.
- Los ruidos estomacales pueden revelar información sobre el estado de tu intestino.
Índice
Causas de los ruidos intestinales
Lo primero que hay que saber para comprender por qué nuestro cuerpo genera los ruidos intestinales es que el tracto digestivo es literalmente un tubo que conecta todos los órganos que están implicados en la digestión. A través de este tubo, que empieza en la boca y que termina en el ano, pasan los alimentos y para conseguir impulsarlos hacia abajo se lleva a cabo la peristalsis. Con este término se hace referencia a un proceso muy sencillo en el que nuestro tracto digestivo realiza contracciones musculares para hacer pasar los alimentos y agitarlos junto con otros líquidos y jugos gástricos, convirtiéndolos en un líquido homogéneo y de textura cremosa que se conoce como el quimo.
Es completamente normal que haya gases en el tracto digestivo, pues no solo tragamos aire a lo largo del día, sino que, además, se producen por la digestión. Nutrientes como los carbohidratos, por ejemplo, se descomponen en dióxido de carbono, hidrógeno y metano.
Los borborigmos se generan, por lo tanto, en el curso de este proceso en el que el se mueven, junto con el quimo, los gases y el aire presentes en nuestro tracto digestivo. Cuando este empuja hacia abajo con convulsiones rítmicas y coordinadas, también comprime el aire y los gases, creando los ruidos que solemos oír.
¿Por qué asociamos entonces los gruñidos del estómago con el hambre? Es muy interesante: alrededor de dos horas después de que el estómago se haya vaciado genera unas hormonas que envían un mensaje al cerebro y este responde mandando a su vez una señal al tracto digestivo para que reinicie la peristalsis. De esta forma, se consiguen dos resultados: por un lado, se barren los restos de la comida que siguen presentes en el tracto y, por otro, las vibraciones del estómago hacen que tengamos hambre. Los músculos producen contracciones que van y vienen con una duración de entre diez y veinte minutos. Es decir, los borborigmos se pueden producir en cualquier momento, pero los oímos más cuando no tenemos comida en el estómago y por eso suelen asociarse con el hambre.
En resumen, las causas de los ruidos intestinales comunes son tres:
- La contracción muscular de las paredes intestinales
- La presencia de líquido dentro de los intestinos
- La presencia de gas dentro de los intestinos
Tipos de ruidos intestinales
Como ya hemos mencionado anteriormente, la mayoría de los borborigmos son normales. No obstante, si su frecuencia cambia y aparecen junto a otras molestias, hay que prestarles atención. Podemos distinguir:
- Sonidos abdominales hiperactivos: ruidos estomacales excesivos que indican un aumento de la actividad intestinal. Se presentan cuando se acaba de terminar de comer o cuando, por ejemplo, tenemos diarrea. Suelen ser muy comunes, también, cuando se tiene intolerancia a la lactosa.
- Sonidos abdominales hipoactivos: son aquellos ruidos reducidos ya sea porque su regularidad, tono o fuerza es menor. Durante el sueño o después de la ingesta de ciertos medicamentos suelen ser algo común.
Remedios naturales para calmar los borborigmos
Los ruidos estomacales son algo normal pero no por ello dejan de ser molestos. Existen remedios caseros que permiten mitigarlos. Si quieres evitar que tu estómago e intestinos te jueguen una mala pasada, prueba los siguientes remedios naturales:
También puedes evitar los ruidos intestinales si:
- Eliminas los alimentos pesados de tu dieta y masticas bien al comer. Cuando comes lentamente no solo ayudas a que se produzcan menos gases, sino que facilitas la digestión y reduces la posibilidad de que aparezcan los molestos ruidos intestinales.
- Evistas el exceso de ciertos azúcares. Intenta limitar la cantidad de sorbitol y de fructosa que ingieres. El sorbitol es un poliol o azúcar de alcohol que se encuentra, de forma natural, en algunas frutas como las manzanas, peras o melocotones, en algunos vegetales y en las algas rojas. Se usa mucho en la industria alimentaria como edulcorante para productos dietéticos, pero también suele emplearse en productos cosméticos o farmaceúticos. Por su parte, la fructosa es un azúcar natural presente en la fruta y en la miel que se emplea para elaborar alimentos procesados como los refrescos, las golosinas o la bollería industrial.
- Evitas mascar chicle. Con el chicle tragamos aire y con ello estaremos favoreciendo la aparición de gases y de ruidos estomacales.
- Evitas las bebidas gaseosas o con alcohol. Es pura lógica, las bebidas gaseosas producen gases y, en consecuencia, borborigmos. El alcohol, por su parte, hace que los músculos del tubo digestivo se ralenticen y como la digestión tarda más, se producen más movimientos intestinales y más ruidos.
Ruidos intestinales y enfermedades: cuándo consultar a un médico
Los ruidos estomacales, por sí solos, no deberían ser un motivo de alarma. No obstante, si estos aparecen acompañados de otras molestias deberías acudir a tu médico porque podrían ser una señal de la existencia de un trastorno o enfermedad subyacente como:
- Infecciones causadas por bacterias como, por ejemplo, la E. Coli.
- Sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, conocido como SIBO.
- Intolerancias alimentarias como, por ejemplo, la intolerancia a la lactosa.
- Enfermedad celíaca: intolerancia severa al gluten (proteína contenida en el trigo, el centeno y la cebada) causada por una enfermedad autoinmune.
- Efectos secundarios derivados de la ingesta de medicamentos.
- Enfermedades intestinales inflamatorias como la de Crohn o la colitis ulcerosa. Se trata de enfermedades autoinmunes, es decir, el sistema ataca las células del cuerpo al creer que son agentes invasores.
- Trastornos congénitos como la enfermedad de Hirschsprung, etc.
Los ruidos estomacales y el microbioma
Si te preocupan los ruidos intestinales que emites o si estos vienen acompañados de dolor, deberías observarlos a diario y con mucho detenimiento. Una buena idea es llevar un diario nutricional para tomar nota de qué otros síntomas acompañan a tus ruidos intestinales. También puede serte útil leer más sobre la flora intestinal o microbiota para entender mejor cómo funciona el sistema digestivo.
- Fuentes:
- Zaborski D, Halczak M, Grzesiak W, Modrzejewski A. (2015) Recording and Analysis of Bowel Sounds. Euroasian J Hepatogastroenterol. 5(2):67-73. doi: 10.5005/jp-journals-10018-1137
- Schuster MM, Crowell MD, Koch KL. Schuster atlas of gastrointestinal motility in health and disease. Hamilton, ON: BC Decker Inc; 2002. p. 494.
- Yamada T. Atlas of gastroenterology. Oxford, Hoboken, NJ: John Wiley and Sons; 2009. p. 1209
- https://www.cancer.gov/espanol/publicaciones/diccionarios/diccionario-cancer/def/tracto-digestivo
- https://iffgd.org/gi-disorders/symptoms-causes/abdominal-noises/
- https://medlineplus.gov/spanish/ency/esp_imagepages/9736.htm