El intestino puede digerir mucho más que "sólo" comida: Una red de alrededor de 100 millones de células nerviosas recorre todo el tracto [...]
La forma en que los intestinos causan estrés y el estrés ejerce presión sobre los intestinos
«El intestino inflamado por estrés»: Probablemente has experimentado los efectos reales de ese dicho. Todo el tracto digestivo está estrechamente ligado al sistema nervioso central. Por lo tanto, los trastornos digestivos son una reacción frecuente al estrés mental. Aquí puedes averiguar cómo el estrés afecta a los intestinos y que síntomas presenta un intestino inflamado por estrés
Intestino y cerebro: un intercambio activo
Tu intestino hace cosas increíbles para tu salud todos los días: regula tu ingesta de nutrientes, participa en tu sistema inmunológico y es el hogar de millones de microorganismos de la flora intestinal. También está permeado por alrededor de 100 millones de células nerviosas: Este sistema nervioso autónomo regula los procesos digestivos y algunas funciones del sistema inmunológico. El nervio vago conecta este «intestino-cerebro» (sistema nervioso entérico, SNE) con el cerebro (sistema nervioso central, SNC) a través de la médula espinal: Este eje llamado eje intestino-cerebro permite un intercambio mutuo entre los dos sistemas nerviosos a través de hormonas y neurotransmisores. Pero no sólo existe una relación mutua entre el SNE y el SNC: el intestino y la psique también se influyen mutuamente de esta manera.
Cuando tenemos el intestino inflamado por estrés
Un intestino inflamado por estrés, se manifiesta como problemas digestivos. El nervio simpático es responsable de esto entre otras cosas: forma parte del sistema nervioso vegetativo y siempre se hace cargo del control de los procesos del cuerpo cuando el estrés requiere una disposición espontánea y creciente para actuar (luchar o huir). Entonces se libera adrenalina y cortisol, se aceleran los latidos del corazón, aumenta la circulación sanguínea y la frecuencia respiratoria. Para permitir este aumento de rendimiento a corto plazo, se retira la energía del tracto gastrointestinal. Las actividades intestinales normales se reducen, el movimiento del intestino se ralentiza o se detiene por completo. El estrés crónico puede por lo tanto promover el estreñimiento. El estrés agudo, por otra parte, puede aumentar la liberación a corto plazo de agua y electrolitos: el resultado puede ser la «diarrea por ansiedad».
La flora intestinal también sufre de estrés
La flora intestinal también se ve afectada por el estrés crónico. El aumento de la liberación de hormonas de estrés puede reducir la biodiversidad de las bacterias que viven en el intestino y causar una disminución de las bacterias productoras de ácido láctico útil (lactobacilos y bifidobacterias). Los alimentos consumidos se vuelven más difíciles de digerir debido a la disminución de las bacterias, lo que puede provocar inicialmente dolor abdominal y más tarde diarrea o vómitos. Además, cuando las bacterias formadoras de ácido láctico disminuyen, el valor del pH del ambiente intestinal cambia y por lo tanto ofrece menos resistencia a las bacterias no deseadas.
Sin embargo, el paso gastrointestinal lento y relacionado con el estrés puede cambiar aún más el equilibrio bacteriano en el intestino: Las bacterias putrefactas pueden desplazar cepas bacterianas útiles como los lactobacilos y las bifidobacterias. Estos últimos participan significativamente en la producción del aminoácido triptófano, necesario para la producción de serotonina. La disminución de las bifidobacterias también puede manifestarse en una deficiencia de serotonina. La consecuencia: la resistencia al estrés disminuye aún más.
Bacterias intestinales y estrés: Cómo la flora intestinal afecta su resistencia al estrés
Tu resistencia al estrés está por lo tanto determinada por la composición del microbioma en tu intestino. Algunas cepas de bacterias, como las bifidobacterias, participan en la producción de neurotransmisores que son importantes para la comunicación entre el intestino y el cerebro. Los ejemplos incluyen la serotonina, la dopamina y el GABA (ácido gamma-aminobutírico). Algunas cepas de bacterias, especialmente lactobacilos y bifidobacterias, también pueden ayudar a reducir el nivel de hormonas del estrés como el cortisol. Permiten una absorción optimizada de nutrientes en el intestino y crean un ambiente intestinal ácido que es hostil a la mayoría de las bacterias no deseadas.
Por lo tanto, puede ser útil para apoyar a las bacterias intestinales beneficiosas de manera específica a través de la dieta o la administración de probióticos. Con el método de análisis biotecnológico más moderno1 INTEST.pro de BIOMESobtendrás una visión general de la composición bacteriana actual de tu intestino. Basándose en los resultados del análisis, los expertos de BIOMES también te proporcionarán recomendaciones personalizadas.
¿Qué es un estómago estresado?
Grasa abdominal inexplicable y flatulencias dolorosas: Cuando el estómago causa estrés, a menudo el estrés mismo es la causa. Tu cuerpo reacciona al estrés crónico liberando la hormona cortisol, entre otras cosas. Además de los efectos de la hormona del estrés en el sistema digestivo descritos anteriormente, el cortisol también tiene un efecto negativo en el nivel de insulinae inhibe la descomposición de las grasas. Esta función del cortisol debería proporcionar a nuestros antepasados en situaciones excepcionales una cantidad de energía especialmente grande y permitirles sobrevivir durante unos días incluso sin comida. La energía que proporciona el cortisol se almacena en la grasa visceral: Esta grasa abdominal interna forma el típico vientre de estrés. Sin embargo, demasiada grasa abdominal puede ser perjudicial para tu salud. El vientre de estrés también suele ir acompañado de los típicos problemas digestivos relacionados con el estrés, como flatulencias, calambres o estreñimiento.
¿Qué ayuda contra un vientre estresado?
¿Qué hacer con un estómago estresado? La relajación, una dieta equilibrada y el ejercicio moderado son las medidas más importantes. Además, los siguientes consejos pueden ayudarte:
- intenta tomar tus comidas en paz y tranquilidad y come despacio.
- integra suficiente ejercicio en tu vida diaria para estimular el movimiento intestinal.
- reemplazar las comidas preparadas y los carbohidratos simples por alimentos nutritivos y ricos en fibra que puedan servir como fuente de energía para las bacterias intestinales beneficiosas.
- bebe mucha agua sin gas.
- yoga, entrenamiento autógeno y otras técnicas de relajación pueden ayudarte a encontrar la paz mental.
1. Cho I, Blaser M J. The human microbiome: at the interface of health and disease. Nature Reviews Genetics 2012:13, 260-270. https://www.nature.com/articles/nrg3182