Las deficiencias derivadas de una dieta vegana
aparecen de forma progresiva. Antes de que los síntomas se noten, el cuerpo se nutre de las reservas de vitaminas presentes, por ejemplo, en el hígado y en las células adiposas. Una vez agotadas todas las reservas, empiezan a aparecer los primeros
síntomas de deficiencias. En estos, los síntomas pueden ser muy variados, pues dependerá del nutriente que no se haya suministrado al cuerpo. Con frecuancia aparecen síntomas como:
Fatiga y agotamiento Cambios en el estado de ánimo con tendencia a la depresión Pérdida o aumento del apetito Dolores musculares Cabello y uñas débiles Menor resistencia física Mareos Ahora bien, estos síntomas no aparecen solo por llevar una dieta vegana, la mayoría de ellos pueden aparecer por numerosos motivos. Si eres vegano y piensas que puedes tener una carencia de nutrientes, deberías hacerte un
análisis de sangre.
Los síntomas derivados de las carencias relacionadas con una dieta vegana afectan, en particular, a personas con una mayor necesidad nutricional como las mujeres embarazadas, las lactantes, los niños y los ancianos con capacidad de absorción limitada. Los nutricionistas desaconsejan a estos
grupos de riesgo seguir una dieta puramente vegana.